El contestador de los abuelos
¡Riiiinng! Salta el contestador:
–Buenos días, en este momento no le podemos atender. Por favor, déjenos su mensaje después de oír la señal y le contestaremos a la mayor brevedad posible:
–Si eres uno de nuestros hijos, di quién eres. Luego,
–Si necesitas que vayamos a recoger a tus hijos al cole, marca el 1 y cuelga.
–Si necesitas que nos lo quedemos toda la tarde, marca el 2 y cuelga.
–Si quieres que nuestros nietos duerman con nosotros, marca el 3 y cuelga.
–Si vais a venir a comer con nosotros el domingo, marca el 4 y cuelga.
–Si quieres que te prestemos el coche, marca el 5 y cuelga.
–Si necesitas dinero, marca el 6 y cuelga.
–Si nos vas a invitar a cenar en un buen restaurante o nos vas a llevar al teatro, o no eres uno de nuestros hijos, sino uno de nuestros buenos amigos, puedes hablar, porque te estaremos escuchando.
–Buenos días, en este momento no le podemos atender. Por favor, déjenos su mensaje después de oír la señal y le contestaremos a la mayor brevedad posible:
–Si eres uno de nuestros hijos, di quién eres. Luego,
–Si necesitas que vayamos a recoger a tus hijos al cole, marca el 1 y cuelga.
–Si necesitas que nos lo quedemos toda la tarde, marca el 2 y cuelga.
–Si quieres que nuestros nietos duerman con nosotros, marca el 3 y cuelga.
–Si vais a venir a comer con nosotros el domingo, marca el 4 y cuelga.
–Si quieres que te prestemos el coche, marca el 5 y cuelga.
–Si necesitas dinero, marca el 6 y cuelga.
–Si nos vas a invitar a cenar en un buen restaurante o nos vas a llevar al teatro, o no eres uno de nuestros hijos, sino uno de nuestros buenos amigos, puedes hablar, porque te estaremos escuchando.
Palabras en el paladar
Almudena, Alfonsina, alfaguara, alfeñique, albahaca, albaricoque o albérchigo, alguacil, alcándara, alcancía, alcaldía… Me suenan musicales esos nombres que se inician con un al palatino, derivado de paladar, aunque pareciera también derivarse de palacio por la riqueza fastuosa de su eufonía.
Son palabras que se encabalgan en la mente y van como al trote, al galope, al unísono casi, en una mar oleante de significados más ancho, largo y profundo que las vértebras de sus letras enlazadas. Cualquier día de estos les compongo un poema a un ramillete de ellas, pues no en vano soy amante cronista de lo antiguo y primordial, sensorial, señorial y testimonial.
Decid conmigo: alfil, aljama, alfombra; alfiler, aljofaina, alfaquí; alpargata, alpechín, almirez; alfaqueque, alféizar, alfarero; alfondoque, aljófar, alfajor, aljaba, aljibe…
Almudena confórmase bien con almoneda y azucena; alcanfor huele y se asemeja a naftalina; alfanje corta y alférez luce y desfila; almogávar navega; almocafre curte la tierra; almohada da sueño y ensoñaciones; almizcle se te mezcla en la boca; almíbar y almendruco saben a infancia; almanaque nos cuenta los días...
Seguid, seguid paladeando palabras y palabras.
Son palabras que se encabalgan en la mente y van como al trote, al galope, al unísono casi, en una mar oleante de significados más ancho, largo y profundo que las vértebras de sus letras enlazadas. Cualquier día de estos les compongo un poema a un ramillete de ellas, pues no en vano soy amante cronista de lo antiguo y primordial, sensorial, señorial y testimonial.
Decid conmigo: alfil, aljama, alfombra; alfiler, aljofaina, alfaquí; alpargata, alpechín, almirez; alfaqueque, alféizar, alfarero; alfondoque, aljófar, alfajor, aljaba, aljibe…
Almudena confórmase bien con almoneda y azucena; alcanfor huele y se asemeja a naftalina; alfanje corta y alférez luce y desfila; almogávar navega; almocafre curte la tierra; almohada da sueño y ensoñaciones; almizcle se te mezcla en la boca; almíbar y almendruco saben a infancia; almanaque nos cuenta los días...
Seguid, seguid paladeando palabras y palabras.
Apuleyo Soto Pajares
Profesor y periodista