El Camino de la Costa atraviesa en Cantabria toda la región en nueve etapas, de este a oeste, pasando por poblaciones marineras o rurales cargadas de interés e historia, ofreciendo en ellas alojamiento para peregrinos y oficinas de turismo. Iniciamos el recorrido por el Haya de Antón ascendiendo por la Canal de Baltezana, para llegar a Santullán por el valle de Otañes. A partir de aquí y, por Sámano, llegamos a Castro Urdiales, entrando por la playa de Brazomar
Castro Urdiales es una antigua y pintoresca villa que ocupa una pequeña península que avanza hacia el mar. Según Amós de Escalante “padeció guerras, erigió altares, armó galeras, adiestró arponeros, fue militar, devota, marinera y comerciante”. Su origen data del asentamiento de un pueblo primitivo que eligió este lugar utilizándolo como puerto dadas sus condiciones naturales. Los romanos la bautizaron como Flavióbriga y, a partir del siglo XII, tuvo una floreciente actividad guerrera y comercial transformándose en importante puerto medieval al ser una de las salidas de Castilla al mar. Cuenta con bellos paseos como el Paseo Marítimo y espléndidos edificios religiosos como la iglesia de Santa María de la Asunción, magnífico ejemplo del gótico montañés y la ermita de Santa Ana.
Entre sus edificios civiles cabe destacar el Castillo-Faro y el puente romano. Como edificios singulares de estilo modernista tiene el Hotel Royal, el palacio de los Chelines y el de Ocharán. Tiene albergue de peregrinos además de una completa oferta hotelera.
Camino de Laredo llegamos a Guriezo y cruzaremos la ría de Orión, una vez remontado el Pontarrón. En Allendelagua están las ruinas del Castillo de San Antón, probablemente de origen templario, y en Campijo la iglesia románica de San Martín, reconstruida posteriormente. En Rioseco es digna de mencionarse la iglesia renacentista de San Vicente.
En el Barrio de la Magdalena de Guriezo se alza el palacio de los Marroquines con su torre circular. En el Pontarrón hay albergue de peregrinos y, si se prefiere, existe alojamiento rural en distintas villas del valle de Guriezo.
Laredo es una de las villas que en tiempos medievales formaron la Hermandad de las cuatro villas: Castro Urdiales, Laredo, San Vicente de la Barquera y Santander. Es interesante su casco antiguo, la Puebla Vieja, Conjunto Histórico-Artístico, dominado desde lo alto por la iglesia de Santa María de la Asunción, de estilo gótico, con un conjunto flamenco al que se denomina Retablo de Belén. Hay muestras de arquitectura civil gótica y renacentista con restos de muralla medieval. Son de interés su ayuntamiento y el antiguo convento de San Francisco. Hay dos albergues de peregrinos regentados por religiosos y otro municipal cerca de Colindres.
Desde el Puntal de Laredo cruzamos la bahía en lancha para llegar a Santoña pudiendo contemplar el entorno natural del monte Buciero, con sus cortados sobre el mar y sus dos faros: el del Caballo y el del Pescador. Por Castillo y Meruelo llegamos al excepcional templo románico de Santa María de Bareyo.
En Güemes, el albergue de peregrinos del Cigarral constituye una importante referencia en cuanto se refiere al Camino del Norte.. En Santoña tenemos los albergues de la parroquia de Santa María del Puerto, el de la Escuela de Remo y el Patronato Militar de Santoña.
A la salida de Güemes, seguimos la dirección a Galizano, donde nos encontramos con el santuario de Santa María de Latas, muy próximo al malecón de Somo, donde nos embarcaremos para, tras una corta travesía, llegar a Santander.
Santander, de remotos orígenes romanos y actividad intensa en el medievo, apenas si cuenta con edificios antiguos debido al devastador incendio de 1941. Destacan sus vestigios romanos, que nos llevan a un posible asentamiento del siglo VII, que se encuentran debajo de la cripta de la catedral. La catedral, construida sobre la antigua iglesia abacial de San Emeterio, reconstruida después del incendio, tiene tres naves góticas y capillas renacentistas y barrocas. En ella se conservan las reliquias de las cabezas de San Emeterio y San Celedonio, patronos de la ciudad, ante las que, desde antiguo, se postraban los peregrinos que se dirigían a Compostela. La iglesia de la Anunciación o de la Compañía, es un modelo típico de la iglesia jesuítica.
Edificios civiles interesantes son el antiguo Hospital de San Rafael, sede de la Asamblea Regional, el Banco Mercantil, hoy Banesto, y el Banco Santander. Cerrando la bahía, en la península de la Magdalena, tenemos un palacio, típico modelo de las casas rurales de los nobles ingleses, hoy sede de la Universidad Internacional. En la calle Ruamayor, frente al ayuntamiento hay un albergue de peregrinos. En Astillero tenemos el albergue de Nuestra Señora de Muslera.
Santillana del Mar, surgida en el siglo IX al cobijo del monasterio que albergaba las reliquias de Santa Juliana, podemos considerarla, arquitectónicamente, como el conjunto histórico más importante de Cantabria. La colegiata, obra principal del románico de Cantabria, construida a finales del siglo XII, estaba integrada en un conjunto monástico. Fuera del recinto propio de la ciudad, tenemos el convento Regina Coeli, actualmente museo, y el de San Ildefonso, del siglo XVIII.
Posee numerosas casas blasonadas del siglo XVII, como la casona de los Quirós. Podemos citar, además, el antiguo palacio de los Barreda, hoy Parador de Turismo, el ayuntamiento, ambos del siglo XVIII, el torreón medieval de Don Borja y el de Merino, de principios del siglo XIV. Y cómo no reseñar las residencias señoriales como la casa de los Hombrones y la del marqués de Santillana, así como la casona de los Cossío y Quevedo.
A 8 km antes de llegar a Santillana está el albergue de peregrinos de Polanco. El de Santillana se encuentra junto a la colegiata. Hay albergue municipal.
Desde Santillana, salimos en dirección Sur hacia Arroyo, continuando por Caborredondo. En el valle de Novales, en el enclave de Cigüenza, nos encontramos con la joya artística de la iglesia de San Martín, de estilo barroco colonial y extraordinario retablo. A unos tres kilómetros, a la salida del valle destaca el magnífico conjunto neogótico del monasterio de Viaceli y la abadía cisterciense de Cóbreces, donde existe un albergue de peregrinos.
Comillas, denominada también “la villa de los arzobispos”, es conjunto histórico desde 1985. Sus numerosas cuevas, donde sus primitivos moradores dejaron su impronta con pinturas y figuras de extraordinario colorido. En la Edad Antigua, cántabros descendientes de los hombres primitivos, se mezclaron étnica y culturalmente con los celtas procedentes de Centroeuropa. La iglesia de San Cristóbal, edificio barroco, fue construida de mediados del siglo XVII y a finales del XVIII. En este edificio destaca su torre que acaba en un pináculo de estilo francés. En su interior, espacioso y bello con bóvedas de tradición gótica, hay que admirar su órgano y el Cristo del Amparo. Su cementerio está instalado en las ruinas de una iglesia de finales del siglo XV. Sobre una de las paredes, figura la escultura “El Ángel Exterminador”, siglo XIX.
La Universidad Pontificia, antiguo seminario de la Compañía, es una monumental construcción de estilo neogótico e influencia mudéjar. El Palacio de Sobrellano manifiesta un historicismo neogótico y una decoración interior modernista con cuadros de Llorens y Masdeu así como murales de Sert y esculturas de Joan Roig. La capilla mausoleo, estilo neogótico, tiene sepulcros obra de Llimona y Vallmitjana. En los jardines está “El Capricho”, edificio considerado como la obra más característica del arquitecto Gaudí, con sus peculiares formas, sus cubiertas de cerámica y su remate en torre.
San Vicente de la Barquera fue ciudad marinera, muy importante en la época medieval. Dominando la población desde la parte alta, está la iglesia parroquial de Santa María de los Ángeles, de estilo gótico montañés, con portadas románicas, sepulcros renacentistas, retablos barrocos y una torre del siglo XIX, junto a la cual están los restos del antiguo hospital de peregrinos, las del castillo del Rey y las antiguas murallas defensivas. Cerca del puerto está el santuario de la Virgen de la Barquera, siglo XII.
Hay albergue de peregrinos en el convento de los claretianos y en pabellón deportivo. A 8 km de San Vicente está el albergue de peregrinos del Serdio.
Agustín Miguélez Posada
Catedrático de Matemáticas