-Me encuentro a los cuarenta años sin poder dar de comer a mis hijos.
-¿Cuántos tiene usted?
-Ninguno. Por eso digo que no puedo dar de comer a mis hijos.
Jardiel Poncela
-¿Y usted qué es?
-Otorrinolaringólogo.
-¡Ah, sí! Vasco.
Antonio Lara (Tono)
-Póngame en esta botella dos litros de leche de vaca.
-En esa botella no caben dos litros de leche de vaca.
-Bueno; pues entonces, échemelos de leche de cabra.
Miguel Mihura
-¿Cómo se llama el niño?
-Florestán.
-No es nombre de niño.
-Es que se lo hemos puesto para cuando sea mayor.
Edgar Neville
-En comparación, es barato.
-¿En comparación a qué?
-En comparación a otro más caro.
Enrique Herreros
Cuentan de Julio Camba, que, en un restaurante, saludó reverenciosamente a un matrimonio que iba a comerse un besugo al horno.
El marido se levantó extrañado y le dijo:
-Perdone, agradezco mucho su saludo, pero creo que no tengo el gusto de conocerle.
-Es que yo no le saludaba a usted, caballero; saludaba al besugo, que es un viejo conocido, ya que hace dos meses que lo estoy viendo en el escaparate.
Julio Camba