viernes, 13 de septiembre de 2013

Machu Picchu: experiencia andina

Lugar mágico enclavado en la vertiente oriental de los Andes, en un marco arquitectónico original, rodeado de agrestes montañas cubiertas en algunos momentos del día de nubes juguetonas que junto al ruidoso caudal del río Urubamba, que serpentea 500 m. más abajo, acentúa el halo de misterio de esta enigmática ciudad.

La ciudadela inca se ubica en una cresta cuya superficie se ensancha parcialmente y cuyos extremos comunican con las formaciones montañosas conocidas como Machu-Pichu (Cerro Viejo) en el Norte; Y Huayna Picchu (Cerro Joven) en el Sur. El sitio se eleva a 2435 m. dentro de la cordillera de Vilcabamba. Es una zona tórrida cubierta por una tupida vegetación tropical limitada al Norte y al Este por el río Urubamba. 

Monte Machu Picchu
Siguiendo su arquitectura y topografía podemos dividirla en dos sectores: agrícola y urbano. El primero sigue la vía principal  de acceso que viene de Intupunco en la parte del Sur. Formada por  numerosas terrazas, (Urin Pacha) que por la ladera Este del cerro bajan en dirección al Urubamba orientadas hacia la salida del sol. En la ladera Oeste, las terrazas consolidan el terreno pues la formación de las montañas nos conduce a un abismo y al estabilizar el  suelo permiten las construcciones de la parte alta. Hay diferencias  entre los dos sectores por su función y por la arquitectura. En el sector urbano se distinguen dos áreas distintas el alto o hanan (Oeste) y el bajo o hurin (Este), separados por la plaza central (Chawpi Pata), lugar de encuentro de los vecinos que habitan estos barrios.
En el extremo Norte aparece el Huayna Picchu, elevación majestuosa cuyas laderas fueron modificadas por escalinatas y terrazas cohabitaciones y altares que llegan hasta la cima, desde donde se aprecia una vista inigualable. En el extremo Sur del complejo está la portada del sol que controla el acceso al santuario por el “camino del inca” disfrutando, tras un arduo recorrido, de la majestuosa vista de Machu Picchu  que se encuentra a unos dos kilómetros hacia el Norte.   
Los principales conjuntos arquitectónicos de la zona urbana alta son: los depósitos realizados con  técnica poco esmerada, utilizados como residencias  y talleres; el torreón y la cueva sagrada, de fina mampostería de granito. Destaca la técnica de aparejo de piedra de la pared semicircular en la que los incas construyeron tres ventanas orientadas hacia el Norte, Este y Sur. La orientada hacia la salida del sol marca el solsticio de verano. Este hecho demuestra la importancia que le daban a los conceptos astronómicos y religiosos en el diseño de los edificios. 
El torreón se construyó sobre  una  formación rocosa, debajo de la cual se ubica una cueva (Hurin Pacha) que por su oscuridad hace referencia al mundo de los muertos en oposición al mundo de los vivos (Hanan Pacha) y al mundo celestial ( Hanan Pacha), definido por la proyección de la luz solar a través de la ventana este del torreón.
La ciudadela recibía su agua por un sistema hidráulico alimentado por las fuentes que lo integran y que lleva las aguas hasta el Templo del Cóndor en el sector Hurin. El  palacio Real (Qaucha) presenta construcción rectangular, con gran patio con vistas a la plaza central. En el lado Norte de la plaza se eleva el Templo del Altar Sagrado o Waka Pata, de construcción en forma de “U”, abierta hacia el Sur, cuya pared principal presenta nichos. Bingham asegura que la superficie de la plaza estuvo cubierta por arena de mar, lo que indicaría la dedicación al culto del agua. El mar era la Mamacocha o madre de las agua.
Hiram Bingham (1875-1956) 
El Intihuacana, que significa “donde se amarra al sol” define el punto más elevado del sector Hurin, es la escultura más famosa del Machu Picchu. Su función y significado la desconocemos. Para algunos es un reloj solar que señala la hora y estaciones según la proyección de sombra en distintos momentos del día. Otros piensan que se trata de una falla que quiere emular el perfil del cerro Huayna Picchu, según conceptos astronómicos.
Debajo del  palacio, se encuentra la zona que alberga a las llamadas “vírgenes del sol”, Acllahuari. En la parte baja, al Este de la plaza principal se encuentra el templo del “Cóndor”, formado por una roca que representa una formación rocosa en forma de “v” (alas desplegadas del Cóndor), sobre ellas hay estructuras con nichos a modo de celdas que para Binghan eran calabozos donde se amarraba a los prisioneros. 
Modernamente se cree que eran lugares donde se exhibían las momias de este sector Hurin, en el templo de los Morteros encontramos dos esculturas en forma de círculo igual a Batanes que sobresalen de la roca. Parece que aquí se molían los alimentos que se consumían en ceremonias rituales. Pero otros piensan que se trataba de espejos que al llenarse de agua servían para las observaciones de constelaciones y estrellas.
Si miramos hacia la zona más baja del Hurin, por donde discurre el río Urubamba nos encontramos “Intimachay” o cueva del Sol, con una ventana labrada en piedra que se ilumina con un haz de luz solar durante el solsticio de Diciembre y que marcaba el inicio de las celebraciones rituales señaladas en el calendario Inca.  
Todo el conjunto arquitectónico está perfectamente estructurado, como podemos observar es el sector de viviendas, de desarrollo longitudinal formado por un conjunto de pequeñas plazas, canales de agua y calles comunicadas por escalinatas y andenes de doble función: ornamental y contención.
Las montañas eran lugares sagrados para los Incas: Apu, sobre sale la roca sagrada bloque monolítico, flanqueado  por dos huayranas (casas), techadas con ichu (adobe) entre montañas Yanatin y Pumasillo.
Queda por decir que la formación emblemática de Machu Picchu es el Huayna Picchu, situado en el extremo norte del Hurin. Se llega por un camino horadado en la montaña que conduce a la cima coronada por aristas rocosas. 700 metros más abajo, están las aguas del Urubamba.
Después de haber visualizado la soberbia obra del hombre realizada en poco más de un siglo, nos preguntamos qué función desempeñaba este complejo. Unos lo consideran centro administrativo otros religioso, lugar de peregrinación por la cantidad de edificios con dicha función.
Por los relatos de los cronistas españoles y el Inca Garcilaso sabemos que éstos tenían distinta residencia en la zona de Cuzco, y por la variedad de edificaciones se cree que Machu Picchu debió de funcionar como residencia real, zona compleja y grandiosa para ser admirada conservada y disfrutada por la humanidad.
Machu Picchu fue descubierta por el explorador Hiram Bingham el 24 de julio de 1911, pero las primeras referencias datan de  1870 fecha en la que el francés Charles Wiener registró la existencia del sitio entre los pobladores de Ollantaytambo. En 1867 el alemán Augusto Bernes  instaló un aserradero en Aguas calientes. El primer mapa apareció poco después de 1874 obra del ingeniero alemán al servicio del Estado Peruano Hermam Goering, que precisaba su ubicación en una carta oficial. Entre 1888 y 1900 el naturalista italiano confirmaba todo lo anterior, pero el descubrimiento científico correspondió a Bingham en la Universidad de Yale.



María Pérez Rabazo

Filosofía y Letras, Farmacia, etc.

 
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