martes, 28 de enero de 2014

Peregrinando A Santiago Por Los Caminos De España (XIV)

El camino primitivo (I)

Catedral de San Salvador
El Camino Primitivo de peregrinación a Compostela fue utilizado por los primeros peregrinos que procedían del naciente reino asturiano. Es pues, el primer itinerario jacobeo, de ahí su denominación. Posiblemente el rey Alfonso II el Casto siguiera esta ruta cuando, desde Oviedo, se trasladó hasta la tumba del Apóstol en el primer tercio del siglo IX. Este rey fue decisivo en la confirmación de los restos aparecidos en Compostela fundando la primera iglesia y concediendo donaciones e incentivos para el establecimiento de la primera comunidad monástica dedicada a promocionar y atender el culto dedicado al Apóstol Santiago.
Si bien se considera Oviedo como el origen de este camino fueron muchos los peregrinos que lo hacían después de haber llegado aquí y que se dirigían primero a Oviedo para venerar en su Catedral las reliquias del Salvador y continuar su peregrinaje a Compostela  antes de iniciarse las peregrinaciones por el Camino Francés. Todavía hay peregrinos que llegando a León por el Camino Francés van a Oviedo para visitar a San Salvador siguiendo, desde aquí, el Camino Primitivo.
Oviedo, capital del reino de Asturias del siglo VIII al X, tiene los monumentos más representativos del prerrománico asturiano.  Su Catedral, siglo XIV, con su Cámara Santa, tiene una mezcla de estilos que van desde el prerrománico al neoclásico, aunque predomina el gótico, como puede apreciarse en la fachada, y su torre de gótico flamígero. Su retablo, del siglo XVI, está considerado como uno de los mejores de España. La Cámara Santa conserva tesoros y reliquias como la Cruz de los Ángeles, emblema de la ciudad, y la Cruz de la Victoria, símbolo de Asturias que, según la tradición, llevó Pelayo en la batalla de Covadonga. Son de destacar la iglesia de San Tirso, siglo VIII; la de San Isidoro, de los siglos XVI al XVIII, y la de San Salvador que hay que visitar  para cumplir con aquello que dice: “Quien va a Compostela y no pasa por San Salvador, sirve al vasallo y olvida al Señor”. En la falda del Naranco está Santa María, antiguo palacio de Ramiro I, y San Miguel de Lillo. San Julián de los Prados, fuera del recinto de la antigua ciudad, es interesante por sus murales.
En la arquitectura civil destaca la Universidad, siglo XVII, de barroco muy sobrio, y algunos palacios como el del conde de Toreno; el de Valdecarzana y el del marqués de Camposagrado, todos del siglo XVIII. Son dignos de mención el Hotel de la Reconquista y el teatro Campoamor.
Hay albergue de peregrinos con 18 plazas.
Desde Oviedo, por el interior seguiremos hasta Palas de Rei, donde coincidiremos con el Camino Francés.
Lo que hoy conocemos como Grado tuvo su origen  en el siglo XIII cuando se constituye la puebla que engloba los territorios de Pramaro, Salcedo y Bayo o Grado. La villa se instala en el lugar que era frecuentado por los peregrinos de la ruta del Camino de Santiago, siendo un enclave destacado del camino jacobeo. La primitiva villa tenía muralla y foso, llegando a ser una de las más importantes de Asturias. Fue villa de señorío hasta finales del siglo XV en que consiguió su autonomía.
Cámara Santa,
Catedral de Oviedo
La iglesia parroquial de San Pedro tiene tres naves y triple cabecera recta con arco de entrada de medio punto y una doble torre campanario con chapiteles de escamas de cinc. Su interior está cubierto con bóveda de arista y en el crucero tiene un cimborrio octogonal cubierto con falsa cúpula de ocho gajos. Tiene una serie de retablos con esculturas. La capilla de los Dolores, siglo XVIII, es, quizás, el edificio más emblemático de la villa. Fue construida por orden del tercer marqués de Valdecarzana con la idea de panteón funerario, colocando la cripta bajo la sacristía. Tiene planta rectangular con dos puertas de acceso siendo la del Este la de mayor calidad y riqueza ornamental con arco de medio punto flanqueado por pilastras cajeadas. Fue restaurada en 1986 por el Ayuntamiento y actualmente sirve como sala polivalente para exposiciones, teatro, conciertos e incluso para celebraciones de bodas civiles. Está declarada como Monumento Histórico Artístico.
 Tiene varios palacios barrocos como son el de Valdecarzana, siglos XVII – XVIII, y el de la marquesa de Fontela Fernández-Miranda, siglo XVIII.
  La villa de Tineo es la capital del municipio de ese mismo nombre, con una larga historia desde la época del imperio romano. Alfonso IX le otorgó en 1212 el título de “Pola” lo que le dio mucha importancia dentro del camino jacobeo por la afluencia de peregrinos que desde el Salvador de Oviedo se dirigían a Compostela. Como muestra de ello tenemos en la calle Mayor restos del antiguo Hospital del Corpus Christi, que acogía a los  peregrinos, donde pueden verse pinturas del siglo XV. La iglesia parroquial de San Pedro, siglo XIII, pertenece al antiguo convento de San Francisco. Conserva de aquella época sepulcros, la portada de acceso, el arco del tímpano y restos de una torre románica. Muy cerca de Tineo, tenemos el monasterio de Santa María la Real de Obona, que si bien se remonta al siglo VIII, el actual monasterio es del siglo XII con claustro del XVII. Los únicos restos que se conservan del monasterio pertenecen a la reforma del siglo XVIII y corresponden, en su mayoría, a la arquería del claustro y una parte de la planta alta. La iglesia de Santa María la Real, que era parte del monasterio, es de tres naves con ábsides circulares y portada en arco aboquillado. En el muro del Evangelio reposan los restos de los fundadores del monasterio.
Entre sus edificios civiles destacan el palacio de Merás, de fachada renacentista del siglo XVII, con dos torres y un bonito patio interior y  el  de los García de Tineo  de época medieval con torre cilíndrica, que es actualmente casa de la cultura. Tiene, además las casas de Maldonado y de Campomanes, de estilo gótico. Y el albergue de peregrinos de Borres.
Cerca de Galicia, y como vía de paso a Compostela, nos encontramos en Grandas de Salime con la antigua colegiata de San Salvador, con portada románica y retablos del siglo XVIII.
La casa de Román, siglo XVIII, tiene patio interior, capilla adosada y escudo.
Palacio de Valdecarzana Heredia,
Oviedo
El Camino Primitivo abandona las tierras asturianas en la localidad de Bustelo del Camino. La entrada en Galicia se realiza por el puerto de montaña de O Acebo. La primera localidad de esta ruta es Fonfría, cuyo nombre se deriva del manantial de agua fresca que allí existía y donde se construyó un hospital para peregrinos bajo la encomienda de San Juan de Portomarín y que a principios del siglo XX todavía estaba regentado por hospitaleros. Cerca de Fonfría, una vez pasado Barbeitos, y Paradanova llegamos a la villa jacobea de Fonsagrada cuyo nombre hace referencia a la “fons sacrata” en la que saciaban su sed los peregrinos y que, según la tradición jacobea, el Apóstol Santiago peregrino, atendido por una viuda pobre, hizo el milagro convirtiendo el agua de esta fuente en leche fresca para alimento de sus hijos. Existen documentos de finales del siglo XII que dan testimonio del paso de peregrinos jacobeos. Es Fonsagrada villa de parada casi obligatoria tanto por la tradicional hospitalidad de sus vecinos como por la visita al Museo Comarcal, reflejo de la riqueza etnográfica de la zona. Después de Consagrada, una ruta nos lleva a Pobra de Burón que es conocida documentalmente desde el siglo XIII  como “Camiño d‘Ovedo”. De su época medieval se conservan las huellas del hospital de A Trinidade, y la iglesia de Santa María Magdalena, conjunto de retablos barrocos y neoclásicos, así como parte de la fortaleza del conde de Altamira.


Agustín Miguélez Posada

 
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