lunes, 11 de julio de 2011

Peregrinando a Santiago: El Camino del Ebro (VII)

Los peregrinos procedentes del Mediterráneo han seguido varias rutas. Los del norte partían bien de Tortosa, verdadera ruta del Ebro, o bien de Tarragona o Barcelona para coincidir ambas rutas en Lérida.


Camino del Ebro

Los que han seguido la ruta del Ebro que partía de Tortosa, punto de encuentro de los peregrinos que recorrían la Via Auguta, se unían en la capital riojana al Camino Francés.


Tortosa, ciudad que conserva vestigios de su pasado romano, árabe y medieval, cuenta entre sus edificios religiosos con la catedral (s. XIV), estilo gótico catalán con un magnífico retablo. También son de estilo gótico el convento de Santa Clara y el palacio episcopal (s. XIV). Tiene palacios como
el Despuig, el Oriol y Oliver de Boteller y edificios renacentistas como los colegios dominicos de San Luis y Santo Domingo.


Caspe es célebre por el Compromiso de su mismo nombre por el que en 1410 fue proclamado como rey de Aragón el Infante de Castilla Fernando de Antequera. Su edificio religioso más importante es la iglesia de Santa María la Mayor, de estilo gótico. Pueden verse las ruinas del castillo del Compromiso y el mausoleo romano de Miralpeix.

Municipios riojanos en esta ruta son Alfaro, que fue incorporada a Castilla por el Cid en 1073.
Tiene importantes casas señoriales: Frías, Echagüe, Orovio o Sáenz de Heredia. Y arquitectura religiosa: el Palacio Abacial y la iglesia de San Miguel Arcángel, del siglo XI. Calahorra, ciudad importante en la época romana (Calagurris). Su catedral tiene el cuerpo central gótico y las dos naves laterales renacentistas. Destaca la Puerta de San Jerónimo en la fachada norte.
Y Argoncillo, con restos de la antigua Egon romana y su castillo, del siglo XIII, de planta cuadrada y troneras.


Además del camino que parte de Tortosa tenemos dos caminos que confluyen con él en Pina de Ebro. Uno de ellos parte de Tarragona y el otro de Barcelona.
Tarragona fue una ciudad importante en la época romana (Tarraco), de cuya época son el anfiteatro, siglo II, el circo, siglo I, el castillo de Pilatos, las murallas y algunas torres. La catedral, siglo XII, joya del gótico catalán, tiene el altar mayor que es uno de los mejores del gótico florido y un claustro de la escuela cisterciense. Otros edificios religiosos son la iglesia románica de la
Mare de Déu del Miracle (s. XII), la románica de Santa Tecla la Vella, la gótica de la Cambreria, la de San Agustín, gótica, y el convento neogótico de Carmelitas. Pueden verse en las afueras de la ciudad las ruinas de la Torre de los Escipiones y el acueducto romano.


Barcelona. La leyenda atribuye su fundación a Amílcar Barca, basándose en el nombre de Barcino con que se conoció en la época romana. Ataúlfo, siglo V, estableció en ella su corte. Fue conquistada por los árabes y reconquistada por las tropas de Carlomagno. Su catedral (s XIII) es un monumento arquitectónico del más puro estilo gótico. Tiene los retablos barrocos de El Roser y San Severo, así como un espléndido claustro y rejerías de hierro en varias capillas. Dentro del casco antiguo, y en el ensanche hasta la Diagonal, tiene los edificios históricos y artísticos: las basílicas de Santa María del Mar, la de Nuestra Señora de los Reyes, y la de la Merced; la iglesia de Santa Águeda, monumento nacional, y las románicas de Santa Ana y San Pablo del Campo. Entre las obras de Gaudí, sobresale la Sagrada Familia. Edificios civiles señeros son: el palacio de los Reyes de Aragón, el de la Diputación, el Ayuntamiento, la Lonja, el Gobierno Civil y Capitanía General. Dentro del paseo de Gracia podemos admirar la casa Milá, la de Batlló, la de Domenech i Montaner y la casa Comalat. Son muy interesantes el parque Güell y el de la Ciudadela.

Montserrat, bastión y símbolo de la catalanidad, fue refugio frente a los sarracenos y, más tarde, de protección contra los franceses. En la explanada más alta se encuentra el monasterio benedictino fundado, en 1031, por el abad Oliba. La basílica del complejo monástico es gótica, si bien su fachada es neoplateresca.

Cervera es ciudad muy relevante en la historia de Cataluña. Pedro III el Ceremonioso la eligió como lugar de reunión de las
cortes celebradas en 1359, 1468 y 1476. En ella se concertó el
matrimonio de Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, Durante los siglos XVIII y XIX tuvo gran importancia por su universidad, única en Cataluña, que fue concedida por Felipe V. Muestras de su arte religioso son la iglesia de Santa María, gótica, con imagen de la Virgen del Coll de les Savines, (s. XIII) y el templo de San Antón, medieval. Tiene restos de antiguas murallas medievales y de un castillo del siglo XI. Obra civil muy importante es el edificio de la universidad, estilo neoclásico, con su fachada barroca y un magnifico paraninfo.


Lérida, de origen celta, fue cartaginesa y romana (Ilerda). Perteneció al reino visigodo. Su viejo castillo árabe, la Azuda, fue residencia del valí. Apenas conserva restos de su antiguo poderío, pues la incendiaron los franceses en la guerra de la Independencia. La Seu Vella (s. XIII), declarada monumento nacional, de arquitectura romano-gótica, con mezcla de estilo mudéjar, tiene tres naves en las que destacan las portadas románicas de la Anunciata y la de Fillols, de estilo románico puro. Convertida ésta en fortaleza por Felipe V, se inició la construcción de la Seu Nova, de estilo neoclásico. Tiene un retablo mayor modernista y conserva en su sacristía pinturas de gran valor. Otros edificios religiosos son la iglesia de San Lorenzo, gótica, la de San Martín, con ábside románico, la de San Juan y el palacio episcopal. Entre sus edificios civiles tenemos el de la Pereira (s. XIII), el ayuntamiento (s. XIV), interesante por su patio interior románico y las ventanas góticas de su fachada. El antiguo hospital de Santa María es hoy Instituto de Estudios Ilerdenses. El castillo de Gardeny, que perteneció a la Orden del Temple,
tiene una iglesia de estilo románico.

Fraga, que pertenece ya a Aragón, durante la dominación árabe, se constituyó un emirato independiente.
El rey Alfonso I el Batallador murió ante sus muros en 1134. Su iglesia parroquial de San Pedro, siglo XII, tiene capiteles románicos. Se conservan casonas antiguas y tiene los palacios de Junquera, el del Gobernador y el de Moncada.

Zaragoza fue un castro ibero del que en el año 25 a. de C. hizo de él una colonia militar Octavio César Augusto dándole el nombre de Caesaraugusta. Tratándose de los Caminos de Santiago hay que citar lo que dice la tradición sobre la aparición de la Virgen, sobre un pilar transportado por los ángeles, al Apóstol cuando oraba a las orillas del Ebro. Fue invadida por los germanos a principios del siglo V, conquistada por los suevos a mediados de dicho siglo y pocos años después
por el rey visigodo Eurico. En el siglo VIII fue dominada por los árabes hasta 1118, en que la reconquistó el rey Alfonso el Batallador. La ciudad de Zaragoza adquirió especial relevancia por su heroica defensa durante la guerra de la Independencia. La Seo, gótica en su interior, barroca en el coro y mudéjar en la fachada de su lateral derecho, gótico el retablo del altar mayor, tiene una colección de tapices franceses y flamencos y una serie de bocetos de Goya y Bayeu. La basílica del Pilar está situada donde se cree se apareció la Virgen al Apóstol.
La primitiva iglesia construida en ese lugar se llamó Santa María. En el siglo XIII se
edificó un gran templo y en el XVII se inició el actual que conserva del anterior el gran retablo mayor, gótico plateresco y la sillería del coro, filigrana plateresca
del XVI. Deben visitarse la capilla y el templete de la Virgen, con cúpulas
pintadas por Bayeu, la del Coreto, con frescos de Goya, y la de San Juan Bautista. Entre sus muchas iglesias citaremos la de Santa Engracia, joya del
renacimiento, que fue convento en el siglo VI, en cuya cripta existen algunos sepulcros paleocristianos de los “innumerables mártires” y el de la noble doncella Santa Engracia, la de Santa Magdalena, con espléndida torre mudéjar, la de San Pablo, con retablo de Forment, San Miguel y San Gil, con torres de estilo aragonés, San Felipe, San Cayetano, churrigeresca, y los monasterios de la Cartuja “Aula Dei” y el de la Virgen de la Cogullada. Dentro de la arquitectura civil destacamos el palacio renacentista Luna, hoy Audiencia, el torreón de la Zuda, el palacio de la Lonja, el renacentista Casa de los Morlanes, el de los Prado, hoy Museo Camón Aznar, el Palacio Arzobispal y el de la Aljafería, una de las muestra
s más importantes del arte musulmán en España.

Otras variantes del camino son, partiendo de Castellón, uno por Morella y Alcañiz, y el otro vía Teruel hasta llegar a Zaragoza.

Castellón, ciudad conquistada a los árabes por Jaime I, cuenta con edificios religiosos como la iglesia arciprestal de Santa María, siglo XV, la de la Sangre, con tablas de Ribalta y el Cristo Yacente, la basílica de la Virgen de Lledó, patrona de la ciudad, las ermitas de San Jaime de Fadrell y la de la Magdalena y el convento de las Capuchinas, con diez cuadros de Zurbarán. El Fadrí, torre-campanario, siglos XV y XVII, es símbolo de la ciudad. Obras civiles son el Ayuntamiento, siglos XVII – XVIII, y la Lonja del Cáñamo, siglo XVII.

Morella es la capital del Maestrazgo. Su origen es muy remoto y uno de los hechos más notables está relacionado con las guerras carlistas porque en ella se hizo fuerte el General Cabrera. Entre los edificios religiosos hay que destacar la iglesia de Santa María (ss. XIII – XIV). Su altar mayor es de estilo barroco con trascendencia al churrigeresco. El convento de San Francisco, reconstruidos su claustro y sala capitular, da paso al castillo. Sus murallas (ss. XIII – XIV), tienen catorce torres y seis puertas. Edificios civiles importantes son el palacio del Cardenal Ram, el palacio del Consejo y el palacio del Ayuntamiento, de estilo gótico.

Alcañiz es ciudad muy antigua pues su fundación se remonta al período romano. Su colegiata,
siglo XIII, tiene portada barroca. Su monumento más importante es el castillo de los Calatravos, hoy Parador Nacional; tiene, además, el Ayuntamiento que presenta diferentes estilos: jónico y dórico en su fachada y el toscano en su galería.


Siguiendo el otro camino llegamos a Teruel. El origen de la ciudad surgió como fortaleza en la guerra contra los musulmanes. Su catedral, con retablos de estilo gótico y plateresco, tiene un magnífico artesonado, con decoración típicamente islámica, con escenas de caza y caballerescas. Además de la catedral tiene las iglesias de San Pedro, las de San Salvador y San Martín cuyas torres, estilo mudéjar (s. XIII) son monumentos de interés nacional. El acueducto de los Arcos destaca por su grandiosidad. Tiene varios puentes y sus edificios civiles modernistas son La Madrileña y la Caja Rural. Este camino nos lleva a Zaragoza, donde confluye con la ruta del Ebro propiamente dicha.
Miguel de Aguilar Merlo
Médico y Periodista

 
© free template by Blogspot tutorial