El vocablo “maquis” (en español) es un galicismo que significó en Francia, originariamente, monte, matorral (en corso) y, luego, “la resistencia de los franceses contra los alemanes en la Segunda Guerra Mundial”. La frase francesa “prendre le maquis” significa “echarse o ir al monte”.
“Maquis” es sinónimo del término español: “guerrilla” que también ha sido introducido en otros idiomas. Un “maquis” (o “maqui”) es cada grupo guerrillero o bandolero autónomo (“maquis” en Francia o “partisano” en Yugoslavia) –términos sinónimos–, que aparecieron, a lo largo de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), en diversos países europeos, para hacer frente a la ocupación nazi. El movimiento de los maquis mantuvo evidentes paralelismos con las ya míticas guerrillas, pero los resultados obtenidos fueron muy diferentes. La acepción del término guerrilla comenzó a hacerse patente, tal y como lo entendemos hoy en día, con motivo de la Guerra de la Independencia española (1808-1814).
Desde Francia, tras el final de la Guerra Mundial, los exiliados republicanos españoles, que habían pertenecido a estas guerrillas, pasaron a España para encabezar, como maquis, la lucha contra el Régimen de Franco.
En la primavera de 1937, las tropas “nacionales” sublevadas (o Ejército “blanco”) acabaron con el Ejército “rojo” (o republicano) del Norte que defendía las regiones vasca, cántabra y asturi-ana. La derrota fue tan aplastante, que los sublevados lograron 45.000 prisioneros y el total desmantelamiento del Ejército “rojo” del Norte. Pero un elevado número de combatientes quedó aislado en el rápido derrumbamiento del frente y, mientras los mandos y buena parte de los soldados lograron huir a Francia, usando para ello barcos del puerto de Bilbao, otros muchos se refugiaron en los montes de la Cornisa Cantábrica. Fueron éstos los que, en los años siguientes, constituyeron y nutrieron la guerrilla antifranquista, conocida como el maquis.
En la Guerra Civil española, la organización militar mediante el sistema de guerrillas tuvo una importancia significativa debido a las especiales condiciones en las que ésta se produjo, así como al conglomerado ideológico y político, que constituía el régimen republicano. Cuando en 1936 se produjo la sublevación, los grupos guerrilleros aparecieron por doquier y se mantuvieron en funcionamiento, prácticamente, a lo largo de toda la contienda. Pese a la finalización del conflicto en 1939, la guerrilla siguió siendo un auténtico problema para las autoridades del régimen franquista, puesto que una gran parte de los maquis, siguió estando activa sobre todo en los sistemas montañosos del Norte y del Este peninsular, desde donde continuaron su labor de desgaste contra el enemigo, al menos, hasta la década de los años 50, en la que prácticamente dejaron de existir.
(JACJ: Maquis o Maqui, Micronet Ed. 2006.; OPR: Guerrilla, Micronet, Ed. 2006; GARCÍA-PELAYO Y GROSS & TESTAS, J.: maquis, Libraire Larousse, 1967.)
Donaciano García Martín
Dr. Qímico y Farmacéutico
