Abril 2013
Se puso de moda “escrache”,
vocablo muy mal sonante,
justificando el acoso
con formas poco elegantes.
La lluvia siguió anegando
campos de noches menguantes,
con pantanales y ríos
en crecidas desbordantes.
Murió Sarita Montiel
y la Thatcher delirante,
mientras los cielos se abrían
por auroras de levante.
Subieron temperaturas,
tras un invierno oscilante
de nieves a contrapunto
y aguaceros abundantes.
La E.P.A marcó otro récord
de tragedia preocupante,
con un gobierno sin luces
claramente inoperante.
No hubo remontada blanca
en Bernabéu radiante,
y las nevadas tardías
nos despidieron en martes.
Mayo 2013
También el Barça cedíaante otra escuadra germana,
en un primero de mayo
de protestas consagradas.
Bangladesh se echó a la calleen tragedia edulcorada
por esclavistas modernos
de la condición humana.
Un Atlético inflamado
de banderas rojiblancas
paseaba por Neptuno
décima copa de España.
En la cárcel, por un día,
cierto banquero ingresaba.
Eludiendo obligaciones
en virtud de su fianza.
Seguimos con sayo puesto,
y hasta alguna granizada
descargó en atardeceres
de coyunturas serranas.
Mientras la feria del libro
abrió con luna menguada,
entre estallido de rosas
y perfume de lavanda.
Junio 2013
Con el mercurio subiendoy las cifras sobre el paro
percibimos la esperanza
de un horizonte más claro.
Nuevos autos judiciales
y avalancha de invitados.
El pueblo ya se pregunta
si hay algún espacio sano.
Bajón de temperaturas
a las puertas del verano.
No prodigaron sus vuelos
las golondrinas hogaño.
Se inició el juicio a Bretón,
individuo desalmado.
Catatónico semblante
de perfil desangelado.
Y nadie pudo explicar
el informe equivocado
de Hacienda sobre La Infanta,aumentando sus pecados.
Con Bárcenas en el trullo
y las bolsas cuesta abajo
La Roja perdía el ritmo
de samba y maracanazo.
Julio 2013
Llegó el aire saharianopara escarnio de agoreros,
que pronosticaron fríos
y un verano ventisquero.
Se sumaron al calor
los buenos datos de empleo,
y algunos voluntariosos
a echar campanas al vuelo.
Los idus de San Fermín
como llegaron se fueron.
El alcohol corriendo a mares
y algún mozo por los suelos.
Barcelona se vestía
de natación y de sueños,
brillando sincronizadas
sirenas entre luceros.
En vísperas de Santiago
clarines de luto y duelo.
Sobre las vías del Alvia
muerte, pena y desconsuelo.
Y en el tiempo conmovido
de lágrimas o silencios
campanadas solidarias
desde París hasta el cielo.
